La microbiología clausura la Semana de la Ciencia de Castilla y León en la UCAV
Ávila, 13 de noviembre de 2020. La Universidad Católica de Ávila (UCAV) finaliza su participación en la XVIII Semana de la Ciencia de Castilla y León 2020 con una ponencia sobre microbiología aplicada al día a día, celebrada de manera online a cargo de la Dra. Alexandra Díez, profesora en el Grado de Ciencias Ambientales de la UCAV.
Ante casi una treintena de asistentes, la Dra. Alexandra Díez ha comenzado contextualizando su charla, explicando que la microbiología estudia los organismos microscópicos unicelulares. Éstos tienen un papel fundamental en el ser humano y en el conjunto de la tierra ya que suponen la mayor biomasa sobre el planeta y realizan numerosos procesos químicos esenciales para otros organismos.
Tal como ha explicado la profesora en el Grado de Ciencias Ambientales de la UCAV, su impacto se ve en sectores tan diversos como la sanidad, la alimentación, la agricultura, el medio ambiente o la biotecnología ya que en ellos se emplean microorganismos para la elaboración de productos comerciales.
Su aplicación en la alimentación la vemos en productos de derivados lácteos como el bífidus, el kéfir o el yogur, pero también en la elaboración de quesos, vinagre, vino, cerveza o pan.
Sin embargo, la microbiología también tiene interacciones negativas y no solamente por las pérdidas económicas debido al proceso de descomposición de los alimentos, también porque éstos pueden servir de vehículo en la transmisión de diferentes enfermedades.
Por una parte, cuando un alimento se ha visto afectado por la descomposición, donde se producen sustancias químicas producidas de forma natural por diversas especies de mohos, puede provocar desde reacciones gastrointestinales a corto plazo, a inducción de cáncer o problemas metabólicos a largo plazo.
Por otra, los alimentos pueden ocasionar Enfermedades de Transmisión Alimentaria (ETA) como la salmonelosis, reconocida por la OMS como una de las más comunes y extendidas que afecta anualmente a decenas de millones de personas, provocando más de cien mil defunciones; y la listeriosis que se encuentra en animales salvajes y domésticos, así como en el agua o los suelos, provocando enfermedades gastrointestinales.
Por tanto, ha concluido Díez, la microbiología se utiliza de manera beneficiosa para el ser humano dentro de la industria alimentaria en a la elaboración de productos fermentados, pero también es responsable de la descomposición de alimentos como potenciales agentes patógenos. Por ello es importante tener una adecuada higiene de manos, utensilios y superficies, así como almacenar los alimentos adecuadamente, cocinarlos a altas temperaturas y deshacernos de aquellos en los que observemos la aparición de microorganismos por muy pequeños que sean.