La UCAV celebrará del 9 al 11 de noviembre el Encuentro Universitario Internacional “IV Centenario Francisco Suárez”
Ávila, 20 de octubre de 2017. El Centro de Estudios de Economía y Filosofía Política Luis de Molina, de la Universidad Católica de Ávila (UCAV),ha presentado el Encuentro Universitario Internacional en conmemoración del “IV Centenario de Francisco Suárez”, que tendrá lugar durante los días 9, 10 y 11 de noviembre. El Centro de Estudios Economía y Filosofía Política Luis de Molina (CELM) es un centro creado por la UCAV con el fin fundamental de promover el estudio y la investigación de los pensadores hispanoportugueses de los siglos XV, XVI y XVII.
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Escuchar:
– Victoriano Martín, director del Centro de Estudios de Economía y Filosofía Política Luis de Molina.
– David Sanz, decano de la Facultad de CC SS y JJ de la UCAV.
En el Encuentro Universitario participarán académicos, nacionales e internacionales, y explicarán la relevancia del pensamiento jurídico, económico y filosófico de este personaje castellano que, además, tuvo mucha relación con Ávila.
Colabora el Instituto Juan de Mariana, la Diputación de Ávila, el Ayuntamiento de Ávila y la Fundación para la Ciencia y la Tecnología (Portugal).
Francisco Suárez
En 1575, Franciso Suárez (1548 – 1617) enseñó Teología en el colegio de San Gil de los jesuitas, en Ávila inaugurado en torno a 1554 nada menos que con la presencia de san Francisco de Borja. Este pensador pertenece a ese grupo los autores españoles del siglo XVI que tenían una concepción del poder político que podíamos denominar democrática, frente a la defensa absolutista de los miembros de las iglesias reformadas, esto es, luteranos, calvinistas y anglicanos. Según Suárez el poder tiene su origen en Dios, pero Dios lo transfiere al pueblo y es el pueblo quien elige al príncipe, cuya misión es velar por las vidas y las haciendas de sus súbditos, mediante un pacto presidido por el consentimiento.
Las aportaciones de Suárez abarcan otros campos como la Teología, la Filosofía y el Derecho. Pero también, siguiendo la tradición iniciada por Francisco de Vitoria, abordo los problemas derivados de la conquista del Nuevo Mundo y denunciados por los misioneros españoles. No solo defendió los derechos individuales de los indígenas, unos derechos que les son inherentes, como personas humanas que son con independencia de que estén bautizados o no. De la misma forma se opone a que sean obligados a recibir la predicación. Así, el Suárez consideraba que los indígenas eran verdaderos dueños de sus propiedades y sus soberanías eran legítimas.